La desnutrición infantil es el resultado del consumo insuficiente de alimentos y de la aparición repetida de enfermedades infecciosas. El primer año de vida de un niño es básico para su crecimiento, tanto para su desarrollo físico como psicológico, por eso cobra tanta importancia la alimentación en esta etapa de la vida, aunque lo siga siendo en todas.
Exiten 3 tipos de desnutrición:- Desnutrición aguda grave o severa: es la forma más común y es necesaria la atención médica urgente. Se puede observar por el peso, ya que está muy debajo del estándar para la altura del niño y el perímetro del brazo.
- Desnutrición aguda moderada: Se puede observar por el perímetro del brazo, que está por debajo del estándar. Es necesario un tratamiento inmediato para que la enfermedad no vaya a más.
- Desnutrición crónica: se presenta un retraso en el crecimiento. Esto se mide comparando la talla del niño con un estándar recomendado para la edad del niño. Esta enfermedad se basa en una carencia de nutrientes necesario durante un tiempo prolongado y llega a provocar un retraso físico y mental durante el desarrollo del niño.
Grados de desnutrición infantil
La desnutrición se puede detectar con síntomas como la anemia, la bajada de defensas, los trastornos en el aprendizaje o la pérdida de masa muscular. Todos estos síntomas pueden afectar gravemente al desarrollo de los niños y niñas y producir secuelas en el futuro.Además, podemos diferenciar tres grados de desnutrición:
- Grado 1, leve: el peso para la edad es normal, pero el peso para la talla es bajo.
- Grado 2, moderada: los menores de 1 año no tienen el peso que corresponde a esa edad o los menores entre 1 y 4 años tienen un peso reducido en relación a su talla.
- Grado 3, grave: los menores de 1 año tienen un peso inferior al 40% respecto al que corresponde a su edad o cuando los mayores de 1 año tienen un peso inferior al 30% en relación al que les corresponde.
Algunos de los síntomas que determinan esta enfermedad son:
- Pérdida de peso.
- Palidez extrema.
- Hundimiento o abultamiento del abdomen.
- Pómulos sobresalidos.
- Pérdida de memoria.
- Frío en manos y pies.
- Crecimiento lento.
- Sequedad en la piel
- Caída del pelo cambiando su coloración.
- Sensación de plenitud y pesadez después de comer en forma ligera.
- Menstruación irregular o desaparición de la misma.
- Agotamiento físico.
- Pérdida de masa muscular.
- Alteraciones en coagulación sanguínea y sistema inmunológico.
- Dedos de manos y pies fríos y azulados debido a trastornos circulatorios.
- Fragilidad en las uñas.
- Delgadez extrema y anemia.